A la vista de los procedimientos puestos en marcha por las autoridades sanitarias en estos casos, resulta evidente que se está incidiendo en todas las instalaciones de riesgo contempladas por la legislación vigente, dejándose de apuntar a los equipos de refrigeración evaporativa como únicos causantes de los brotes, al mismo tiempo que se está contemplando la red de suministro de agua como uno de los orígenes de los mismos y procediéndose, en consecuencia, a su exhaustivo control.
En el caso del brote registrado el pasado agosto en Sant Cugat del Vallès, el Departamento de Salud suspendió provisionalmente el servicio municipal de limpieza urbana y máquinas de riego, tomó muestras de agua en el campo de golf de la localidad e investigó el mobiliario urbano y dispositivos con pantallas de agua. En diciembre, falleció una mujer que trabajaba en un almacén citrícola del municipio castellonense de Nules, en el que se detectaron otros dos casos. La empresa procedió a hiperclorar el agua que utilizaba. En ambos casos los protocolos de control se activaron en torno a la red de agua, sobre la que el Grupo de Refrigeración Evaporativa ha puesto el foco en los últimos años advirtiendo como las colonias de Legionella acceden a cualquier lugar con cierta concentración de agua a través de la red.
En aquellos otros casos, en los que las investigaciones han contemplado las torres de refrigeración, como el acaecido durante los pasados meses de enero y febrero en Vitoria y que afectó a nueve personas, hay que señalar que las actuaciones de prevención también se han extendido al resto de instalaciones de riesgo: nebulizadores, lavacoches, fuentes ornamentales y camiones cisterna de limpieza urbana.
Durante los últimos años, la propia evolución de los brotes, así como las acciones desarrolladas por el Grupo de Refrigeración Evaporativa de AEFYT han contribuido a reducir la alarma social en torno a las torres de refrigeración, animando a las administraciones sanitarias a extender sus controles a todas las instalaciones de riesgo reconocidas por la legislación actual. Se refuerza de este modo el argumento esgrimido siempre desde el Grupo en torno a la seguridad de estos equipos.
Desde el Grupo se anima a seguir incidiendo en el mantenimiento de los equipos de cara a garantizar su seguridad y óptimo rendimiento y a continuar investigando los factores condicionantes y epidemiológicos de la aparición de casos y brotes de la enfermedad.